"Me acordaré de las obras de JAH"

Publicado el 30 de abril de 2025, 18:08

10 Dije: Enfermedad mía es esta;

Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11 Me acordaré de las obras de JAH;

Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12 Meditaré en todas tus obras,

Y hablaré de tus hechos.

13 Oh Dios, santo es tu camino;

¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

14 Tú eres el Dios que hace maravillas;

Hiciste notorio en los pueblos tu poder. 

Salmo 77: 10-14 (RVR-1960)

Se quebranta mi alma en cada ocasión que escucho que alguna mujer atraviesa algún diagnostico de cáncer, particularmente el cáncer de seno. No asimila mi poca inteligencia que una parte de nuestro cuerpo que fue creada por Dios en su infinita sabiduría para alimentar nuestros hijos, le esté costando la vida a tantas mujeres. 

El Salmo 22:9 confirma que: "Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre". Mas allá de tener el propósito de alimentar y calentar nuestros hijos, el pecho de la mujer tiene la doble funcionalidad de brindarle placer al esposo.  En alegoría poetica, el autor de los Cantares se deleita describiendo la belleza de los pechos de la mujer. 


"Tus dos pechos, como gemelos de gacela, Que se apacientan entre lirios"

Cantares 4:5

"Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos."

Cantares 7:7

 

Entonces, que sentido tiene que la mujer este perdiendo su vida, su identidad, su autoestima, el alimento de sus hijos y el placer de su esposo en una enfermedad que cada vez es mas devastadora?  Porque, con la maldición de los dolores de parto no es suficiente?  ¿Porque si Dios tiene cuidado de nosotras nos acorrala en la desesperación de esta terrible enfermedad?  

 

Quisiera brindar en este escrito, las respuestas que no tengo. Me siento impotente al no poder encontrarle sentido, al no poder escuchar la respuesta lógica que en su sabiduría Dios me hubiera concedido. Mientras, solo me resta reflexionar sobre las obras de JAH, hacer memoria de las maravillas antiguas. 

En nuestra humanidad es totalmente lógico recostarnos en el cojín de la tristeza buscando explicaciones que tal vez no tendremos. Dios es Dios y su voluntad es para siempre desde la eternidad. No es propio desgastarnos creando ideas sobre las razones de la enfermedad o por el contrario creando expectativas sobre un milagro de sanidad. 

El Eterno tiene la capacidad de sanar en su modalidad de Jehová Rapha, adicional, la sangre del cordero derramada en la cruz del calvaria quebró el yugo de la enfermedad sobre todos nosotros. Fue precio de sangre... 

¿Pero qué hacemos si no está dentro de su voluntad nuestro milagro?  

 

  • Refugiarnos en su presencia en medio del quebranto. (Salmo 46:1)
  • Dar gracias por todo, en todo tiempo. (Colosenses 4:2, Salmos 26:7)
  • Fortalecernos con su palabra. (Hebreos 4:12, Salmos 119:154-156)
  • Vivir en FE, creyendo que el plan de Dios siempre es más grande que el de nosotros. Vive creyendo que tendrás tu milagro, pero respetando siempre la voluntad de Dios. (1 Tesalonicenses 5:16-17)
  • Evita la justificación delante de Dios. (Job 40)

 

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